El Mundial de Catar tendrá nubes artificiales

El Mundial de Catar es un hecho irreversible. Ya no tiene sentido discutir la decisión de la FIFA, ni la flamante regla de la RAE que sugiere cambiar la Q por la C. Por suerte tenemos unos 10 años para acostumbrarnos a la sede tan poco futbolera y a la gramática española cada vez menos familiar.

Lo cierto es que el mundo del fútbol se prepara para una fiesta bien caliente, más precisamente a unos 50 grados centígrados a la hora del partido. Entonces, los árabes están buscando ideas para para que el sol no reviente los balones.

Por supuesto, todos proyectos deben ser caros, ostentosos y con un aire fantástico:

Estadios subterráneos o flotantes, aires acondicionados para la cancha y tantas otras ofertas faraónicas. Pero estas ideas apenas eran el vermú de las inversiones.

Ahora los organizadores prometen nubes artificiales. Se trata de una flotilla de aeronaves que flotarán sobre los estadios tratando de tapar el sol. Estos zepelines del futuro estarán hechos con derivados del carbono, se alimentarán a energía solar y serán operados a distancia (¿quién se anima a pararse sobre una nube?).

Opinión: ¿Aún no te convenciste del Mundial de Catar?

El encargado de semejante delirio será Saud Abdul Ghani, jefe del Departamento de Ingeniería Mecánica e Industrial de la Universidad de Catar. Se estima que el costo de cada nubecita será de unos 500 mil dólares. Una ganga.

Más allá de las inversiones para tapar el sol con la mano, el gran proyecto de la FIFA debería ser el de preservar al fútbol. Que en medio de tanta ciencia de ficción, dos muchachos se asocien para dar pase, una idea, mantener viva a la pasión por el balón.

Pero mejor arranquemos esa responsabilidad de las manos de los organizadores, dejemos la misión a los pies de los jugadores.